lunes, 9 de febrero de 2015

Pruebas de acceso al CIM

Y después de la temporada de lesiones por fin empieza la actividad frenética. La semana pasada, en uno de los peores días del invierno - hasta ahora - nos citaron en la pintoresca San Lorenzo del Escorial, Madriz.

Las pruebas de acceso al Curso de Iniciación al Montañismo o TD1 constan de una parte de resistencia, que consiste en subir y bajar montañas, y la temida (por mí) prueba de habilidad. Todo el mundo me había dicho que era muy fácil, pero también me lo dijeron del teórico de conducir y ZAS! Todo es fácil hasta que te confías.

De todas formas la peor parte de esta historia se la llevan los niños de la escuela de primaria donde nos citaron por la mañana. No sé si fueron capaces de acercarse a menos de 2 m del baño después de que bastantes aspirantes super montañeros descargasen sus nervios en el retrete, uno detrás de otro... En medio de esa atmósfera irrespirable, nos organizaron muy bien para ir saliendo en grupitos de 3 hacia el puerto de Malagón. Grupitos que, como en mi caso, se disolvieron muy rápido por la presencia de superhombres que además daban superzancadas.

Muchas risas y colegueo en la primera subida y caras más serias según se iba acumulando el desnivel en las piernas. En la segunda subida al Malagón ya me empieza a entrar un poco de hambre, pero uysss, si me he dejado la comida en casa... vaya... menos mal que hay almas caritativas que me dan comida ^_^

Después de la subida por duplicado al Malagón, toca subir al Abantos.

Al avanzar la mañana el tiempo empeora. A ratos me imagino a Felipe II degollando gallinas negras por estos bosques... la verdad es que la nieve le da su puntillo al paisaje.... pero también empeoran las condiciones para la prueba de habilidad!!!!! "No te caigas" se convierte en mi nuevo mantra.

Llegada a la meta! Último checkpoint de la prueba de resistencia. Un poco más
baja de lo previsto dadas las condiciones meteorológicas.

Escenario un tanto hostil para las pruebas de habilidad.

Después de la larga y penosa subida entre desvaríos mentales llego a la meta muy contenta. He hecho un buen tiempo, me ha sobrado una hora, pero da igual, porque el curso de mi vida se decide en unas decenas de metros (metros nevados, congelados, resbaladizos!!!!!) en las que no me puedo caer. No te caigas, no te caigas. El mantra da resultado y no me caigo!

Compañeros canarios. Se puede adivinar su procedencia porque
en lugar de un macuto el de la derecha lleva un petate de buceo :).
Ya estoy un poco más cerca del carné de montañera ;)